miércoles, noviembre 08, 2006

En la Micro (bus)

Era una mañana agitada, el reloj no sonó a la hora que debía, las pilas estaban fallando. La ducha debió ser una carrera de velocidad y el desayuno pasó inadvertido. Busco la ropa en el closet y se puso lo primero que encontró; una blusa blanca con un escote moderado, una falda del mismo color y sus botas ad hoc. Cogió su bolso, su carpeta y salió... eran las 8:17 y caminaba a tomar la micro cuando se dio cuenta que el día estaba un poco frío y no llevaba abrigo alguno. Iba atrasada así que no se devolvió. Tras una lucha por subir al transporte logró cancelar su pasaje y avanzar algunos asientos más atrás, la micro era una lata de sardinas y para variar, las ventanas cerradas! Toda apretada haciendo contorsiones para poder afirmarse de algo que le impidiera caerse sobre los demás pasajeros. El chofer como día viernes, tenía prisa. Iba compitiendo con otro bólido metálico por más pasajeros, nadie entendía por qué si la micro estaba más que llena. Una frenada brusca toma desprevenidos a los pasajeros produciendo la ira de muchos…y así fue por algunos momentos, hasta que el otro bólido se cruzó frente a nosotros y con una maniobra felina evitamos una desgracia. En ese movimiento no alcanzó a afirmarse de nada más que del tipo de atrás. Un tipo alto, pelo claro y espalda dura. Al que le pidió disculpas y el con una sonrisa le respondió que no se preocupara que con este chofer no se puede pedir mucho, estaban de perfil mientras hablan de lo sucedido. El le ofreció llevarle la carpeta para que pudiera afirmarse mejor y ella se negó instantáneamente por su rol de fémina independiente y en unos segundos lo medito,-bueno, ya¡ - de esa manera se pudo tomar de una manilla del asiento en que iban dos mujeres de unos 25 a 28 años, vestidas con ropas informales que conversaban de lo bien que lo habían pasado anoche en una fiesta íntima, que terminó siendo Sodoma y Gomorra. Hablaban despacio pero se lograba entender leyendo los labios. Se contaban que estaban con el pololo de una de ellas y se tomaron unos tragos, comenzaron a jugar con los tragos y la ropa comenzó a perderse poco a poco. Sintió curiosidad y se dispuso a poner toda su atención en la charla, disimulando su intriga. La pareja del hombre de la noche, el Cote, se llamaba Katia, y la otra Fernanda. Entendió que Katia quería probar cosas nuevas y le ofreció una noche especial a su novio. Comenzaron besándose entre ellas lo que encendió la pauta de la noche. Se besaron frente a él, y ambas lo bañaron en besos, el se dejaba llevar, estaba sólo con jeans y calcetines. Mientras que sus opresoras estaban casi en ropa interior. Se acomodó en el sillón y comenzó a besar a su novia y bajo por su cuello hasta sus impresionantes pechos, los beso y apretó como loco, mientras Fernanda se desnudaba y ofrecía sus atributos al festejado. Él miró a su novia ella lo insto a tocarla, comenzó por sus piernas suaves y largas, subió por sus muslos, y volvió a mirar a Katia, esta lo beso suavemente en los labios y el prosiguió su camino, estaba en la humedad misma y no se resistió y comenzó a explorarla con su lengua, saboreando ese calor intenso que lo llevo a subir a sus pechos y a besarla tan apasionadamente que excitó de sobremanera a su novia y ella también se incorporó, los besos y las caricias eran mutuas y en todas direcciones, la temperatura estaba al máximo cuando no pudo contenerse y de un solo movimiento tomó a Fernanda en sus brazos y la hizo sentarse en toda su humanidad.-
-Fue en ese momento cuando las jóvenes se percataron de su espectadora, que trato de disimular pidiéndoles que abrieran las ventanas por favor. Aún acongojada por ser descubierta quería saber cómo seguía la historia, y noto que estaba húmeda con solo oír las experiencias de unas chicas realmente atractivas, que provocaban un algo en ella. No le dio mucha importancia a la humedad de su ser, pero recordó que no llevaba sujetador, y noto como sus pezones marcaban su blusa blanca, eso la puso roja, y trato de olvidarse un poco de la situación para calmarse, pero no pudo, su intriga era más que su pudor y trato de seguir el hilo de los gemidos que no paraban en esa habitación la noche anterior, - donde entró y se sentía en ella, besaba a Katia tan húmedamente como los estaba el centro de su ser. Fernanda estaba como loca, lo besaba por todos lados, tocaba su pelo, y besaba a Katia, era todo muy rápido, ya no podía más y estaba terminando mientras besaba a Katia, y sentía sus pechos en su cara, era el placer máximo. Estallo en el infinito placer de la satisfacción grupal, mientras corría por las piernas del Cote el líquido caliente de la culminación inicial de una noche muuy larga… Katia los besó por todos lados, Fernanda ya relajada a su lado estaba entregada a la pareja, Katia, la beso y aseo con sus labios y tomó lo que quedaba de placer en su pareja, y se deslizó a lo largo de su húmedo sexo una y otra vez incorporándolo nuevamente a la lucha por el placer, lo que no tardó mucho gracias a la suavidad y al exquisito ritmo de sus labios y manos provocándole un segundo orgasmo que lo dejo exhausto.
-Estaba más que mojada con todo lo que había oído, las relatoras lo notaron y sus miradas se cruzaban una y otra vez, estaba excitada y ellas lo sabían, y eso la excitaba aún más. La micro seguía su curso, y no había disminuido el número de ocupantes, habían transcurrido quince a veinte minutos y su humedad era considerable. Siguieron con la historia pero no disimulaban lo que decían es más elevaron un poco su tono de voz, y sus miradas se cruzaban de vez en cuando. Lo que la traía muy nerviosa. Ya nada importaba sólo quería saber como termino ese encuentro. Y escuchaba y se imaginaba cómo continuaba…
Lo siguió besando tiernamente por un momento cuando se sintió sorprendida por una humedad caliente que invadía su sexo, Fernanda estaba recompensando el placer que obtuvo gracias a ella. Y lo hacía de la mejor de las maneras... con suaves besos por todo su cuerpo, con caricias en puntos estratégicos, con movimientos lentos y con una expertiz desconocida. La tenía en el borde del abismo, su lengua acariciaba el monte oculto de la gloria mientras su mano diestra estimulaba su acto final.
Estaba demasiado excitada, se le notaba en sus ojos el deseo y la ausencia de satisfacción, cuando por sus piernas intenta subir una mano que comienza a acariciarla suavemente, no sabe que hacer, está descolocada, esta muy nerviosa y sus miradas fijas la incitan a seguir, mira a su alrededor y se deja llevar, separa un poco sus piernas y siente como una mano extraña comienza a tocar su sexo, mojado y bien rebajado. Esta muuuy caliente, el relato, las miradas, la mano que la hace temblar, el lugar y las desconocidas que continúan el relato. Mientras que un dedo se pierde en ella, lo siente pero no es significativo para la humedad que la invade. El número de dedos en su interior ha aumentado a tres y ahora lo siente gratificante, sus ojos están cerrados y continua imaginando y emulando el placer que sentía Katia esa noche donde, ella quería terminar y tenía sus ojos cerrados y su cuerpo se contorsionaba por estar más y más allá… no aguantaba más cuando en un rápido cambio Cote entraba en ella tiernamente, diciéndole palabras dulces al oído y comenzaban la más romántica de las danzas, el se perdía una y otra vez mientras ella subía más y más..no sabía donde estaba sólo sabía que estaba disfrutando cada segundo, cada embestida, cada beso de su amiga, cada caricia múltiple, ya no podía más, quería hacerlo y comenzó a moverse cada vez más rápido, su boca estaba seca, sus respiración era frenética, gemía y pedía más… el Cote estaba mojado y se veía caliente, estaba a punto de terminar cuando le dice que se venía en ella… y ese fue el detonador, Katia vio estrellitas y se sintió flotar en la mejor de todas sus experiencias juntas. Su orgasmo fue tan largo y potente que perdió la noción del tiempo, peor esa no era todo, el cote no había terminado cuando se retira y las féminas se dan cuenta que se esta autoestimulando ellas deseosas compiten por recibir un poco de aquel tan preciado tesoro que les había dado tanto placer…el cote se deja llevar y libera su pasión blanca…. Caliente sobre las chicas q lo tocaban y besaban y succionaban, ellas se besaron y juntaban sus cuerpos mojados de semen y se abrazaban cansados y ya sin fuerzas, para dormir profundamente en la mejor de las noches.
En ese momento los dedos de Katia entraban y salían con total facilidad así que introdujo otro más y con ese el placer se multiplico y no aguantaba más... abrió los ojos miro a su alrededor, no vio peligro y se dejo llevar y se libero en ella el placer contenido, las frustraciones desaparecieron y por sus piernas corría el líquido de su placer, estaba terminando deliciosamente, en un orgasmo eterno. Había terminado en la micro, su respiración era agitada, sus pechos duros y sus pezones marcado, su mirada perdida y sus agresoras sonreían complacidamente. En eso, su tan placentero viaje se ve interrumpido por su amable y bien apuesto compañero de viaje que se bajaba en la siguiente parada, ella aún confundida se da vuelta y le agradece su ayuda. Mientras el nota sus pechos y la mira a los ojos con cara casi de admiración. Ella voltea y la fuente de su placer había desaparecido, se bajaron en la parada anterior, habían dejado su tarjeta en el asiento pero al frenar la micro ésta se cayó y no logro ser vista por su destinataria, y así terminó su recorrido concluyendo que había sido el mejor viaje en micro que había hecho, y ahora cada viernes espera la misma micro a la misma hora esperando encontrar a las musas que le proporcionaron el mejor de los viajes, el viaje de placer.

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